A diferencia de la mayoría de las fotos que había visto que
dejaban “escapar” el agua fuera del encuadre, yo me desplacé unos metros para
cerrar esa “fuga” con uno de los pinos y así dirigir la vista hacia la montaña
del fondo a través de la línea del embalse. Lo que me fallaba era el cielo,
completamente nublado, así que coloqué además del filtro graduado uno de
densidad neutra de diez pasos para intentar dar dramatismo a esas nubes. El
resultado no era demasiado satisfactorio, pero era lo que había en ese momento.
embalse de Anchuricas - Sierra de Segura
Nikon D300s, Sigma 17-50, iso 100, f/11, 44s, degradado y densidad neutros, trípode.
Ya de vuelta en el coche, comprobé como se estaban abriendo bastantes
claros entre las nubes e imaginé lo que podría ocurrir con un poco de suerte,
así que me puse a calcular el tiempo que me llevaría volver al mismo sitio
desde la presa y decidí intentarlo (afortunadamente mi mujer no me mandó a
tomar viento). Con la lengua fuera, llegué a diez minutos de que el sol se
escondiera, monté el equipo y empecé a ver como las nubes tomaban ese color
anaranjado mientras disparaba… ¡ahora si estaba consiguiendo lo que quería!
embalse de Anchuricas - Sierra de Segura
Nikon D300s, Sigma 17-50, iso 200, f/16, 1/4s, degradado neutro, trípode
Aunque no siempre es así, creo que en esta ocasión el
esfuerzo si mereció la pena ;-)