Contrastes


ribera del río Guadalquivir - PN de Cazorla, Segura y Las Villas
Nikon D300s, Tamron 70-300, iso 200, f/11, 1/8s, polarizador, trípode


   Cuando circulas por una carretera revirada detrás de un convoy militar de cuatro camiones, la vida parece transcurrir mas despacio y puedes recrearte en los detalles de cuanto te rodea. Esto es lo que me ocurrió cuando llegué al desvío hacia el embalse del Tranco en Villanueva del Arzobispo y me los encontré de sopetón saliendo de la glorieta dirección a la presa: tuve que ir soportando el infernal humo de sus tubos de escape a unos 30 km/h durante un largo trayecto que se me hizo eterno. Pero como decía, esa lentitud me hizo poder disfrutar del precioso bosque de galería que flanquea en algunos tramos el río Guadalquivir durante el recorrido, con los chopos llamando poderosamente la atención vestidos ya casi totalmente de otoño. Al pasar una curva, me fijé en como una hilera de estos árboles mantenían aun el color verde en contraposición de los que le rodeaban y a pesar de su cercanía, y como un olivar en la otra orilla contrastaba fuertemente con todos ellos. Así que se me ocurrió crear una abstracción en la que se mezclaran los colores con tres bandas definidas, ayudándome de un teleobjetivo para comprimir los distintos planos.

   Así que lo que en un principio me pareció un contratiempo, acabó convirtiéndose en una oportunidad para conseguir una imagen distinta a lo que iba buscando ese día.

Un castillo entre nubes


Castillo de Segura de la Sierra (Jaén)
Nikon D300s, Tamron 70-300, iso 200, f/8, 1/6400s


   Una mañana en la que me dirigía a las Acebeas de Navalperal, cuando circulaba por una carretera hacia la cercana localidad de Orcera, me sorprendió esta visión del castillo de Segura de la Sierra 'flotando' entre nubes bajas. De inmediato busqué un lugar donde apartarme con seguridad y saqué el equipo con prisas, temiendo que el magnífico ambiente que estaba presenciando se esfumara. Monté un tele medio pues la primera idea que me vino a la cabeza fue la de aislar el castillo entre las nubes como si estuviera colgando del cielo, y porque la carretera y los cultivos del primer plano desaconsejaban el uso del angular. Las nubes tapaban a menudo completamente la fortaleza, por lo que tocaba esperar atentamente el momento en el que asomaba entre estas.




   


   Tras varios disparos, me fijé en unos pinos lejanos y decidí incluirlos en el encuadre, mejorando a mi juicio la composición ya que aportaban profundidad y un aire aún mas misterioso. Probé tanto en horizontal como en vertical, eligiendo finalmente la que encabeza esta entrada porque no me convencía ese cielo descubierto en la parte superior de la imagen apaisada, que parecía dejar escapar parte de la 'magia'.




   Tras media hora de espectáculo, las nubes comenzaron a desvanecerse dejando una visión mucho mas terrenal y tópica del castillo, por lo que tocaba recoger los bártulos y seguir el viaje.